1 de marzo de 2010

Me dejo llevar....


El aire tiene su olor,
entre salado y dulce
ese olor que me transporta,
cómplice el viento lo trae hasta mi,
penetra en mi cuerpo,
corre por mis venas,
y me dejo llevar...
El mar se encrespa,

me subo a su proa

me enfrento a su viento
y me dejo llevar
me hunde, me eleva,
hasta la luna me lleva
cual marea atraída por su gravedad.
Floto, me ahogo cierro los ojos,
respiro en mis poros
y le dejo entrar
en mi boca en mi cuerpo

cual agua de mar
que dulce y salada

me hace vibrar
Vibrar con sus olas
flotar en su mar

ese mar que me absorbe

y no quiero dejar
La ola se eleva
con fuerza se da
se acerca a la orilla
y sin aire tomar

me lleva ceñida

a su lecho de sal

me aprieta y me sube

a la cima del mar
dejandome exhausta
y en su suave jugar
un grito silencioso

debajo del mar

y me dejo llevar

El viento, su cómplice
me hace soña
r
y querer siempre estar
en su olor salado y dulce

en su cuerpo de mar.

28 de febrero de 2010

Estación: Sorpresas


Sorpresas? si sorpresas, pero no de esas que vienen dentro del paquete de millo o dentro de los cereales, no! Quiero llamar sorpresas a todos esos eventos que se presentan en nuestro recorrido en el Tren de la Vida. Y veo esas sorpresas, como una estación, no es un vagón del Tren, es un lugar en donde el Tren se detiene inesperadamente, o donde nos lleva después de tomar un atajo o un cambio de ruta no planeado.
La Estación Sorpresa puede tener diferentes fachadas: agradables, alegres, motivadoras, llenas de colores, con música; pero también las tiene lúgubres, tristes, monocromáticas, silenciosas, con un silencio que corta. Otras, en extremo sorprendentes, que nos quitan la respiración, nos causan taquicardia y temblorina! Si no, no serian Sorpresas. Muchas veces, no nos damos cuenta hasta después de algunas horas que hemos tenido la boca abierta!
La sorpresa monocromática: no me gustan, pero eso no exime a nadie de experimentarla, de sufrirla. Es aquella que te deja impávido, mustio, boquiabierto, con los labios secos y los ojos redondos. Es aquella estación a la que llegas sin que nadie te invite o te espera, y zas!! Tu amiga con tu novio, tu novio con su ex, o con su no ex, que tu creías que era ex. (me expliqué??) o también con una que además de la ex, es la que es. Es cuando descubres a tu grupo de amigos en el restaurante o en la discoteca donde te dijeron que no iban porque tenían muchos compromisos y habían decidido posponerlo, también cuando contratan en un empleo a la chica curvilínea o al chico del verano, que no tiene la mitad de la experiencia que tienes tu. En fin, es bastante larga la variedad de sorpresas de esta clase, que podríamos llenar un libro con ellas.
La sorpresa multicolor: me encantan! a quien no? Llegar de repente a esa estación, con luces, música, gente sonriente, y que te reciba tu príncipe o princesa con una sonrisa y una mirada que te hace saber lo feliz que están de que estés allí. WAOOO!! Sorprenderte al ver que tus hijos crecen y son autónomos, maduros y exitosos, nunca pensantes verlos así!! Se te hincha el pecho de orgullo! Recibir una buena noticia, de esas que no esperabas...Escuchar de los labios de alguien que nunca pensaste lo haría, decirte que te ama y te necesita....mmm.
El asunto con la Estación Sorpresa, es que regularmente la visitamos y sentimos profundamente la tristeza y la decepción que genera el área monocromática, después de recoger la quijada y cuando los ojitos dejan de ser cuadrados, podemos seguirnos lamentando por días, semanas, años sobre el incidente. Sin embargo, cuando recibimos una sorpresa multicolor, apenas nos reímos, no lo gozamos, ni lo saboreamos! porque? Se ha visto que es malo demostrar la alegría?
Para muestra un botón. En un popular programa de televisión, en el cual una persona al azar se gana un día de suerte y se le entrega una cantidad de dinero para que compre o pague lo que quiera. Y en la mayoría de los casos el Agraciado o Agraciada, esta como ido, mórbido, lánguido, no se ríe, no nada!! Yo, estaría saltando y hablaría tanto que tendrían que editar el programa y buscar las partes donde yo haga silencio. Sera que la mayoría de las personas sufren de miedo o pánico escénico? Porque no están contentos de que literalmente les cayo platita del cielo?? No entiendo.
Quizás esto tenga que ver con la forma en que fuimos criados, mucho o poco afecto, con temor de expresar los sentimientos, muy preocupados por el que dirán y como me verán. Esa creencia de que me siento bien, pero mejor que nadie se de cuenta, conmigo no va. Para mí, disfrutar de una sorpresa multicolor con bombos y platillos, aun cuando estos suenen solo dentro de mi corazón, es parte de la vida y su gozo. Cuando llegue a la Estación Gris, pues me tocara aguantar y salir adelante, también se que Dios no permitirá que suframos un dolor mayor del que podemos soportar, así que se que en algún momento subiré al tren y seguiré.
Mientras, como siempre hago al final de mis entregas del tren, me prometo a mí misma, disfrutar al máximo mi estadía en el área multicolor, pero cuando digo disfrutar es disfrutar de veras y saborear hasta la última gota el néctar de la alegría que la Sorpresa multicolor nos brinda! Salud!