Regresé, si, estaba viajando, apartada de mis escritos y de mi recuento de vivencias, pero viviendo la vida, cayendo y levantándome, creciendo y evolucionando, riendo y llorando, callando y hablando, algunas veces gritando, pero lo más importante, liberándome de cadenas, grilletes, tratando de caminar caminos diferentes, buscando nuevos horizontes, peleando batallas nuevas, pero aleccionadoras y productivas.
Puedo decir con satisfacción que he logrado, como las águilas, renovar mis recursos, darle una inyección de motivos y esperanza a mi fuerza de voluntad, y… como se hace eso? No hay un manual de procedimientos ni lámpara mágica, de eso estoy segura. Puedo tratar de hacer una analogía de cómo las águilas renuevan sus recursos, dándose así la oportunidad de vivir como Águilas por 40 años más, haciéndose pasar ellas mismas por un proceso de cambio radical, doloroso, pero efectivo.
Las águilas golpean su gastado pico contra la roca, para arrancarlo…suena duro verdad? Yo cerré mi boca y la desgarré para borrar y no pronunciarlas más: palabras de servilismo, autoflagelación, de insensatez y de autodestrucción, he logrado detener esas sentencias que yo misma dictaba al atarme incondicionalmente a utopías y dejarme hundir en remolinos de emociones viciadas. Todo esto ha sido reemplazado por palabras de fe, de esperanza, de optimismo, de autoestima y sobre todo de GRATITUD. Al igual que las águilas, obtienen un nuevo pico, su principal herramienta para cazar, nueva y afilada, he obtenido un nuevo vocabulario, una nueva voz, fuerte pero mesurada, con otra disposición…parece difícil? Si, más de lo que pudiéramos imaginar, pero SE PUEDE!
Luego con su nuevo pico, el Águila arranca las plumas viejas de sus alas y las uñas encorvadas y débiles de sus garras, para entonces esperar a que le salgan nuevas plumas y uñas. Cuando está lista, con todos sus recursos renovados, ella puede elevarse majestuosamente en las alturas y cazar otra vez por 40 años más!
Desde el año pasado, he recorrido la ruta de la renovación, esa que tanto pedí, con mis poesías y versos, ese deseo de liberarme, que estuvo dentro de la parte pensante de mi ser batallando para salir de entre los escombros. Ese clamor de libertad que peleaba en todo momento contra la necesidad de sentir afecto, amor, sin importar a costa de que, incluso a costa de mi cordura y mi paz mental. Finalmente he ganado una batalla, pero estoy consciente que la guerra continua.
Estoy recorriendo una ruta diferente, aun no sé si es la correcta, pero me gusta la sensación de paz y el ambiente que me rodea. Hay nuevos compañeros de viaje: amistad y amor, que aportan a mis vivencias, las suyas siendo enriquecedoras para ambas partes. Los vagones de la soledad, el del miedo, la maleta del pasado y todos esos grilletes, tinieblos del pasado, están allí, pero lejos de mi ruta. Ya no tienen poder sobre mi! GRACIAS DIOS!
Y este es el momento, por el cual decidí escribir después de tanto tiempo, el momento de AGRADECER por todo lo que ha pasado, porque aun de las nubes negras, sale agua abundante y pura, dar gracias por las enseñanzas obtenidas de la adversidad, lo que no me mató, me hizo más fuerte!
Gracias por el perdón, por las oportunidades, por las bendiciones que ya tengo y disfruto a diario: mi familia, mi salud y la de mis seres queridos, por el empleo, por mi criterio e inteligencia. Por las amigas, las de siempre, y las nuevas que han llegado al Tren. Gracias Dios, porque sé que muchas veces me has hablado a través de ellas. GRACIAS DIOS por tu amor mostrado a través del prójimo.
Gracias Dios por Booz, (Ruth junto a Booz (2:2-7)) aunque no sé aun si lo es, pero mi corazón siente y desea que así sea. Nadie es perfecto, yo menos, pero doy GRACIAS por esta oportunidad, que a la luz de la verdad camina y no esconde nada. No hay nada escrito en piedra, pero la ruta recorrida hasta ahora con él es totalmente diferente a los caminos oscuros y vagones retorcidos, que quedaron atrás. GRACIAS DIOS por esta oportunidad….y ahora…
Debo dar GRACIAS por lo que aun no tengo, pero que se, por FE vendrán, alabar a DIOS, y sentirme feliz, agradecida, bendecida por todas esas cosas que aun no están, pero que se que en su infinita misericordia llegaran de la mano protectora y poderosa del Creador.
Un sólo pensamiento de gratitud hacia el cielo, es la oración más perfecta.